Reseña de HOMENAJE, por MARGA BLANCO SAMOS. Poeta
UN SUBMARINO EN LAS RUTAS ASTRALES
Submarinos en los caminos astrales
No es seguro que la denominada “poesía pura” de Paul Valery ignorara las profundidades donde la luz del sol no llega; antes bien al contrario, existe en ella una contraposición entre las sombras bajo las rocas y la vacilante, aunque indiferente presencia de las luminarias astrales. En cualquier caso, su aportación a la poesía fue la de la búsqueda infatigable de la belleza, no ajena, según exégesis recientes, al devenir de los seres humanos por la Tierra. El submarino de José Manuel Vivas navega por los fondos abisales y quiere elevarse a las estrellas mediante la belleza de la poesía.
El lector tiene en sus manos un reto, el de un poeta que lucha por superar un escalón nuevo, difícil y diferente a su ya dilatada obra. Y lo consigue. Cuando llegó a nuestra editorial el manuscrito, reconocimos en él al Vivas preciso, exhaustivo, dominador del vocabulario, desarraigado, que se imbrica profundamente en cada poema, pero percibimos enseguida , y con satisfacción, que el escritor había dado un paso por derroteros distintos en paisajes conocidos. El submarino, un trasunto del propio poeta o del lector interpelado por los versos,se sumerge allá donde deberían perderse las raíces –tan desarraigado se ve a sí mismo el escritor en un mundo lleno de sombras– y nos dice de manera clara y terminante, asi desde el principio que no hay carta de navegación posible, si acaso las posibilidades infinitas que nos brinda la astronomía. Un remedio demasiado lejano e improbable, o así nos lo hace sentir a lo largo de la primera parte del libro
“Existe un camino viejo
en los nombres de las cosas
y un reflujo continuo de tiempo
entre las sombras de los sueños”
Para el poeta la necesidad de sumergirse y de volar es un “capricho”, porque nada, en principio nos salva de nuestra irremediable soledad. A veces, esas profundidades no son acuosas sino térreas, “la profundidad de los túneles/ que van ahondando/ hormigas, larvas y raíces” o el mismo subsuelo que se esconde bajo el asfalto. Son estas referencias urbanas las que lo hacen rabiosamente contemporáneo, hermano. Para José Manuel Vivas la Naturaleza no se queda ahí, como un mero objeto de contemplación –moda poética a la que estamos lamentablemente tan acostumbrados– sino que se imbrica en la soledad, en la despedida, en el lastre que cada ser humano arrastra, este cansancio de cadenas/por lo que todo es tanto peso. La cima de las montañas se vuelven en este libro paradigma del éxito, cuando se nos advierte severamente que es el descenso de la misma el que conlleva el riesgo definitivo, verdadero. En realidad, el cuerpo humano comprende, a vista de pájaro, toda la belleza e inexplicable complejidad de la Creación entera, esa que se escribe con mayúsculas y surge de la página en blanco:
“Vuela sin más, observa
desde la mirada oscura de los huesos
como tiembla la tierra y sus bosques,
los desiertos y sus oasis desde el aire
invisible de tus arterias”.
El poeta nos engaña con sus instrucciones para submarinos pues se dice a sí mismo, al lector o al tú poético y amoroso que aparecerá, lo adelanto ya, en la segunda parte del libro, que se ha de buscar en lo alto “desde las lindes del agua hasta los cúmulos/altísimos de las nubes”. Siempre la poesía, incluso en sus formas más apegadas a la “realidad” apunta hacia lo alto. Es la elevación de Baudelaire, por encima de valles, lagos y montañas, que se escapa de los mórbidos miasmas. El dominio a que somete José Manuel Vivas a las palabras, la parquedad en el uso de metáforas, la hermosura finalmente que se alcanza e inunda al lector por muy duro que sea “el desteñir de los sueños” y una impotencia que se presume siempre, nos hace sentir como un regalo y el deseo de que surja finalmente un mapa con surcos astrales frente a la dureza de la existencia:
“Hay días,
algunos miserables días,
donde la luz parece una bala
de calibre desconocido
que alguien disparó
apuntando a nuestras cabezas.”
La segunda parte de este libro “Astronáutica” muestra el camino posible entre los posibles, si no el único, a los submarinos enredados en las sombras abismales. En ella aparece el “tú poético”, la amada, envuelta en una “nomenclatura de palabras secretas”. El submarino se vuelve ya carnal, no un sujeto de búsqueda sino un objeto, “dibujando naves espaciales/en mis labios, submarinos en mi lengua”. El mismo poeta lo explicita; el abrazo amoroso, la sensualidad devienen “el desenlace sin tapujos/de una astronomía/para submarinistas”. No pasa desapercibido que el submarino, tan imponente y misterioso, a veces siniestro en su caparazón metálico para defenderse de las miserias del mundo es ya y ahora el frágil, inquieto y juguetón submarinista en otro cuerpo. En este viaje, desde las profundidades de las aguas hasta la cima de los cielos no existe, sin embargo, descuido ni complacencia. El poeta no es ese ser cándido que piensa que el amor todo lo supera. Esta formulación no va más allá del puro anhelo. La inquietud se adueña del lector porque los amantes son pájaros entre la rendición y la esperanza, mas esta solo se consigue en un vuelo corto. En realidad, nos encontramos de golpe sin carta de navegación tampoco entre las estrellas
“(sabes) que no regresarás jamás
y que todo lo dejado y lo perdido
quedará dejado y perdido para siempre”
Se alcanzan momentos de gran lirismo amatorio, bien sabido que. aunque dudoso en su resultado final, es un equilibrio entre manejar el tiempo entre galaxias y las profundidades en las que se delinearon los fondos de ese amor submarino. El poeta, finalmente, no se despoja pero sí olvida su propio miedo y desarraigo, esa soledad cósmica que recorre los poemas, para ocuparse de los temores del ser amado, como la única solución transitoria, descubriendo nosotros los lectores, en un magistral guiño irónico que
esta astronomía para submarinos
que acabo de escribir
como otra nueva excusa
para nombrarte.
Gracias a José Manuel Vivas, que pone a disposición de los lectores de Abismos del Suroeste este libro nuevo profundo, rico y lleno de interpelaciones.
PASEO INTRODUCTORIO CON LA SALAMANDRA
La Bitácora que nos ofrece Miguel Ildefonso a través de Abismos del Suroeste contiene un cuaderno de navegación por este confuso siglo veintiuno embellecido por un artista de la palabra, un maestro de la lengua española. Se trata de unos “petits poèmes en prose" de significados múltiples y vivencias complementarias y, a la vez, en muchos de ellos, enfrentadas.
Miguel Ildefonso, Premio Nacional de Poesía en Perú, se enfrenta a dos corrientes peligrosas en su travesía vital y literaria si no se tiene, lo que no es el caso, la habilidad, el oficio y el arte del navegante: La primera de ella es la necesidad de viajar, quizá de la huida; en cualquier caso, la de abandonar, siquiera por temporadas o con la pura imaginación, la realidad de su país, la más dura y con ello evoca el mismo sentimiento del artista malherido que expresó en su día el poeta Salvador Espriu refiriéndose a Espaǹa:”Oh, que cansat estic de la meva/covarda, salvatge tierra/i com m´agradaria d´alluyar-meń, nor enllà, onde diue que la gente és neta/i noble, culta, rica/desvetllada y feliz”. Miguel Ildefonso no formula el deseo; lo lleva a cabo: “Recuerdo los desiertos, las planicies, las imprentas de las sombras en las lomas, ahora yo, escuchando las súplicas postreras de los cantantes que mi padre escuchaba “Moonshines” de Bob Dylan” Y nos trae “El claro de luna” oído tanto en El Paso University como en las calles líquidas de Venecia. A veces, el deseado Norte forma parte en algunos de esos poemas con los que acompañamos ¿el cuaderno? de bitácora, de una pesadilla pues bien sabe el artista que la felicidad no es un lugar, ni siquiera un estado, probablemente el solo placer y esfuerzo de la escritura. Compañeros de viaje son grandes de la música, Dylan -Bob, aunque el otro, Thomas, el poeta, tampoco es olvidado por el autor-, Hot Red Chili Peppers una tarde Nochebuena, el maestro Lou Reed como una aparición en las calles de Nueva York proponiendo un juego de ángeles y demonios. El rock se codea con Barber o con Chopin, a quien el autor se dirige, con el mismo desparpajo que a Dios.
La necesidad de irse, de viajar es ante todo una propuesta imaginativa, como la recreación de una casa “indie”, que puede verse acompañando un video de YouTube y que la música levanta ayudada por las palabras y la maestría del autor. Pero, así como Espriu concluye su poema: “i em quedaré aquí fins a la mort./Car soc també molt covard i salvatge”, terminando con un canto de amor a su desdichada y salvaje patria, Miguel Ildefonso ama Perú profundamente, nos sitúa en las calles de Lima, compara a sus albañiles o sus pescadores con los poetas que NADA saben de la fortaleza porque jamás han hecho el encofrado de un edificio ni se han aventurado millas en el océano para saber de la belleza de los peces. El artista, el escritor, el poeta escucha en Lima a los grandes del rock y, con ellos, a la mujer perdida que se fue, que abandonó el país y su amor para siempre.
Miguel Ildefonso, se deja arrastrar por las calles de Lima, ebrio y por las carreteras de Perú, y nos lleva con él, irremisiblemente subyugados por imágenes rabiosamente bellas y contemporáneas: Dios colgado de un poste y le da dinero para que le vaya a por ron. “La Muerte es una estación de gasolina -escribe- en donde no tienes dinero, no tienes carro. Sólo estás allí para ver quién te recoge”. “48 años tiene este cuerpo y se siente cansado, viejo, carro del 70 dejado en la carretera para ser devorado por el viento.” Y así prosigue hasta adentrarse en el segundo de los retos de este libro.
Un poeta, un gran poeta, un escritor, un gran escritor y, sin embargo, no deja de preguntarse para qué, la finalidad del hecho de escribir, zahiere a los críticos , ajenos a la mirada del Cristo de quien escribe desde las aceras, de quien muestra su arte con tiza e, incluso, se atreve con la pregunta que muchos lectores tienen a veces en su cabeza y la mayoría de los poetas, pero que estos no se atreven en ningún modo a hacerse en público: “Uno publica un libro y lo deja ahí sin vender y se pregunta para qué lo publicó y para qué lo escribió (…) ¿Qué hago para venderlos? Se pregunta uno. ¿Hago muchas presentaciones? ¿Avasallo las redes hacíéndome propaganda? ¿Me desnudo en la calle con un libro en la mano? (…) Uno ve sus libros en cajas de cartón, acumuladas en los rincones".(…) Y ahora qué hacemos Chopin? Aquí sigo escribiendo como hace 30 años y tú sigues dándole al piano como hace tantísimos años en esta envilecida tierra de las ventas".
A pesar de ello el poeta reconoce que, siendo un grano minúsculo en una galaxia, “Dejar de escribir ya no es una opción. Tantas veces intenté hacer otras cosas y las hice, pero siempre volvía a escribir, como ahorita aquí sentado, escuchando una canción de Luis Miguel".
LA
SALAMANDRA
Aunque a través de sus notas de navegación conocemos al artista, apasionado por la música del "synthrock" de Future Islands a los conciertos de piano “grande classe", las canciones de Paul Simon, su fascinación por las calles, el fracaso asumido en el amor, los refugios imaginados o imaginarios y su piedad por los niños, incluído naturalmente el niño que aún vive en él.Parafraseando a Foucault, a quien Miguel Ildefonso rinde tributo fugaz y sutilmente, no se pregunten quién es o qué es La Salamandra, ni le pidan que siga siendo la misma a lo largo de este libro lúcido, culto, solidario y moderno que tienen a su disposición.
Santiago Méndez Ruíz
Abismos del Suroeste
Ediciones
Faustino Lobato escribe sobre ESTADO DE ALARMA de Maribel Tena García
Las páginas de la obra muestran la sucesión de los días. Y en ese suceder es el ESTADO DE ALMA[10]el que aparece. Sí, de ALMA porque es el espíritu- en este estado particular del confinamiento- el que puede apreciar la solemnidad de las acciones como fruto del vivir despacio, con lentitud. “Hacía tiempo que no me duchaba tan lentamente…-dice nuestra poeta- //He comido muy despacio…” Es el momento de sentir todo, como una realidad que te abraza, a la que no se llega, sino que te viene [ como un regalo]. “Por fin ha llovido y el campo ha venido a nosotros.” Es el eikon perfecto, casi místico donde el ser humano se siente protegido. Veo este cielo y tengo techo[11]. Es el sentimiento de ser TAL[12] cual nos descubrimos, “que no somos la medida de todas las cosas” superando la actitud sofista[13] de algunos. Importa mirar los gestos sencillos del ser humano para universalizarlos configurando un nuevo currículum vitae. Yo añadiría el amor (de mi tía de 77 años) con que la he visto tender la ropa y cocinar…Así, es el ALMA[14] repleta de gestos sencillos la que conforman su haber curricular: He cortado uva. He sembrado maíz. / He cogido algodón…cuidados animales. / Todo lo que me caía, porque todo era poco.
A pesar de todo, el libro pone de relieve las complicaciones que el confinamiento provocó [y sigue provocando]. La situación, fuera de lo acostumbrado, empujaba a gritar hasta decir: [ESTO ARMA][15]. Armarse de los medios más inmediatos, entre otros, internet. Maribel, como profesora de bachillerato, sabe que este momento marcó una inflexión al emplear prioritariamente las [plataformas] atraves de las que, en estado de alarma, se establecían las comunicaciones. El face a face con las personas empezaron a darse con una pantalla al medio comprobando que no hay prodigio del tacto, pero sí multitud de usuarios: “hay 21588 conectados”. Así es, la realidad presencial se reducía a la visión informática. Terrible, la bondad del mirar se filtraba por la piel-pantalla de los ordenadores, tabletas, teléfonos. De esta manera, el DERMA[16] [ δέρμα] humano quedaba lejos del tacto, “debíamos aprender a tocar, mirar o decir desde el cuidado” …Ahora, las manos, tan hábiles aprendiendo el idioma del tacto. Y ante tanta limitación permanecía el ARMA[17] del dolor aceptado, ese dolor aplazado que recorrerá las calles reclamando su cauce de silencio…/ Por ahora lo contenemos en un pozo en el que flotan unos cuantos ojalás. / Hay días que ese pozo está medio seco. / Son los días que nos recuerdan que nos debemos tocar. Llegado a este punto de la reflexión, Maribel como una Antígona, reclama “poder tocar lo que se muere[18]. Lo vivo late solo.
Reseña completa aquí:
http://faustinolobato.com/2021/04/28/estado-de-alarma-maribel-tena-garcia/
De MÁS ALLÁ DE LA PIEL, de ROSA MARÍA MARCILLAS se ha escrito:
Rosa María Marcillas Piquer nos entrega un nuevo libro, Más allá de la piel. Esta vez solo con su voz poética. Nos lo regala un 8 de marzo –día de la mujer- a través de la Editorial Abismos del Suroeste.
Rosa María Marcillas, una maestra de Barcelona ubicada en Alicante, nos deja en esta obra dos poemas que son el sello de su existencia vital, los lugares en los que ha ido formando su piel[1]. Por un lado, el guiño a su ciudad natal –Barcelona- lo hace con un poema, La Font de Sant Just , donde –dice- que el agua devuelve la memoria/ tan líquida // aquel instante / sobre la misma piel/ para siempre/ hundiéndose en la vida[2]. El segundo poema, con el que cierra su libro, nos lleva a Lucentum [3](Alicante) lugar en el que nuestra poeta encuentra las “playas que susurran nuestra suerte/ en el vaivén eterno de sus aguas.”
El título, Más allá de la piel, aparece en un poema[4] que nos da idea de la obra y de cómo ésta entronca con el silencio, con lo inabarcable donde la palabra…consigue enmudecer. La expresión nos conduce, como lectores, a lo más íntimo de cada uno de nosotros; allí, el dolor o la soledad aguardan la brisa de la reflexión madura, como la de este libro.
La obra, con prólogo de Pedro Villar Sánchez[5] y unos poemas introductorios[6], se estructura en tres capítulos que nos invitan a mirar el contexto de esta aventura donde el verso nace de lo profundo, del dolor [7].
En los tres primeros poemas, estos que forman el frontispicio del libro, nuestra autora siente que la escritura es una necesidad vital, un acto de valentía porque hay que tener agallas para hurgar en el laberinto del alma[8].
Después, en cada una de las tres partes, con cuarenta y un poemas muchos de ellos en perfectos endecasílabos, Rosa nos introduce en la poética de la piel[9]. Los tres capítulos se enlazan entre sí con la luz y el silencio. Vivir a oscuras es vivir a ciegas[10].
En el primer capítulo, Que entre la luz[11], con una cita cabecera de Leopoldo Panero[12], el vocablo piel[13] se convierte en el hilo conductor de su reflexión. Así: Es el color de la piel junto a la que –comenta- aprendimos a amar [14]. La misma piel que los recuerdos apenas rozan[15] ; la que soporta la caricia de la mirada[16], esa caricia que, como un arrullo[17], es capaz de mantener la espera de lo amado en un cuerpo exhausto[18]y seguir anhelando la piel amada con la suavidad de la brisa[19]. El imaginario de la piel, en nuestra autora, se transforma aquí en una visión mágica que hace de la piel el hábitat principal no sólo del tacto sino de otros sentidos al ser capaz de detectar el sencillo aroma de un pétalo[20].
La palabra piel, repetida once veces en este primer capítulo, lejos de estorbar se convierte en una ayuda para el lector. Con este vocablo la autora nos descubre además de la realidad emocional -física de las personas, la sensibilidad existencial de los mortales ávidos de cercanía, también su sentido social descubriendo como en la piel de las ciudades [se] exhibe el temblor de [su] la historia[21].
En el segundo capítulo, En los arcenes[22], con una magnifica cita de Karmelo C Iribarren[23], la piel se transforma en referencia[24] para escribir sobre el sentido profundo de la existencia que se agita[25] e intuye que hay algo que se esconde más allá de la piel[26]. Es la vida misma la que se acerca a la piel desnuda que acoge la luz de septiembre, y se deja envolver por el reflejo de la luna , la conciencia de lo efímero capaz de erizar la piel [27]. Sí, aquí en esta parte del libro la idea de la piel se convierte en lugar donde se encuentra la conciencia[28] y el deseo[29].
En el capítulo se atisba una visión de lo femenino, que Rosa parece indicarnos, pertenece -más allá del concepto de género- al sentir humano. Por esto mismo, en nuestra piel –en la de todos-llevamos los besos /escritos en las noches más remotas[30], los que mudaron nuestra piel.
El último capítulo, Las grietas del silencio, esta vez con una cita de Pedro Villar[31], nuestra poeta nos sitúa ante la clave primordial de su obra al subrayar que todo está más allá de la piel [Pellis][32] porque allí está la residencia del silencio[33], el lugar inabarcable donde la palabra [enmudece][34]; un lugar –la piel- para quedarse[35] porque da la vida.
En esta parte final aparecen, contextualizando la imagen de la piel, otras ideas icónicas, como palabra[36], mar[37], miedo, perdón [38] . Por espacio no profundizamos en ellas, aunque sí merece indicar el sentido que nuestra poeta le da al término palabra. Este nos ayuda a profundizar en el significado -más que sensual- del poemario. Para Rosa María, las palabras tienen una gran importancia en nuestro mundo real, perderlas es “como quedarse [huérfanos]”[39] . Son las palabras las que nos devuelven a la existencia. Somos cuando nos nombran[40] o cuando las palabras huyen[41]. Para Rosa, y así lo indica en estos últimos versos, la palabra es sacudida, aliento, ausencia de lo que no se dijo[42].
Punto y final
Con este libro Rosa María Marcillas nos muestra una voz profunda, íntima y vital,[43]. Es de agradecer este desnudarse de nuestra poeta en sus versos, de magnifica factura literaria; o en la prosa poética, con texturas filosóficas, que nos invitan amablemente a mirarnos y a dejarnos seducir por la escritura poética.
Badajoz, Jueves Santo de 2021, todavía en la pandemia.
La revista LOBLANC:
Rosa María Marcillas Piquer, en Más allá de la piel, abre un diálogo lleno de levedad y arrullo, de vacío y silencio contenido que nos acerca a la perspectiva de la filosofía oriental. Ser para no ser, para concienciarse de lo invisible que existe en la propia naturaleza. Los misterios, la luz del instante, la claridad que abre el paisaje y el Amor en mayúsculas. Y es que, “después del día llega la noche, y es cuando, bajo la luz de la luna y su reflejo en la piel, la vida cobra otro sentido”. Dejémonos llevar por la emoción, por el seísmo que sacude nuestro aliento bajo el influjo de la poesía. Leamos.
ÁNGEL FERNÁNDEZ BENÉITEZ:
De FROST, poemario de LUIS MIGUEL SANMARTIN se ha dicho:
Podría escribir una reseña fácilmente y dejar constancia de algunas sensaciones. Algo correcto, y calculado en base a su contenido. Pero cuando hablamos de un libro de poesía, hablamos de algo muy concreto y definitivo: la capacidad que tiene su autor de “decir algo” que está más allá de las palabras, de la forma verbal que lo estructura. También la capacidad de crear un universo paralelo a lo que estamos leyendo. Y como no, el sentir cada palabra, cada fonema, cada verbo. Esto, permite una libertad absoluta para el lector y para el autor. Y para el crítico.
¿Pero qué es la libertad en la poesía?
El poema es una iluminación que atesora la palabra sagrada, una revelación que pertenece a un mundo interior y oculto.
Me recuerda mucho el Capítulo primero del Evangelio de San Juan :
Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra
y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.
En ella estaba la vida,
y la vida era la luz de los hombres.
Jn 1,3-4
En un sentido místico, en la palabra se reconoce un aura divina cuando nos referimos a la pureza, Verdad y lo absoluto. La virtud, la moral y el conocimiento que nos he dado, y que solo a través de ella es comunicada y receptiva. Borges aseguraba que la palabra ya era antes de ser real y consciente. El poeta francés Arthur Rimbaud afirmaba que el poema puede ser una especie de iluminación y en ella existe algo sagrado; es la revelación que pertenece a un mundo interior y oculto que nos conecta con una dimensión que no imaginábamos hasta ese momento.
Solo hay dos elementos que participan de esta iluminación: el poeta y el lector. De ellos se deriva un diálogo mutuo que repercutirá en el mundo y en el ámbito en el que se muevan.
Pues puede que sea la principal virtud de este poemario: Frost (Escarcha) Proyecto Editorial Abismos del Suroeste del poeta Luis Miguel Sanmartín.
Ya su prologuista- Cristina Sarrió Arnau define las principales características de este libro: libertad, frescura, osadía, etc. La poesía tiene que ser osada y en ocasiones promiscua, porque es la única manera de no dejarnos indiferente. Conducirnos a la revelación, romper moldes, tabúes, ofrecer puentes y caminos. Hay varios poemas que más adelante mencionaré en este sentido.
Escarcha creo que parte de una visión ética de la vida, y de la poesía; desde donde surge el poema y la poesía se convierte en una línea temporal que acorrala al poeta, le hace salir de su zona de confort y lo lleva a todo aquello que no queremos ver, sentir o intuir.
También hay un tremendo caos/ sombra en este poemario pero es algo temporal que va diluyéndose. La vieja lucha del bien, el orden, contra el desorden, la acritud; entre lo viejo y lo nuevo; entre el temor y la indefensión; entre lo conocido y lo desconocido. la liberación del conformismo, la pesadez de la rutina, etc.
Luis Miguel convoca las musas, convoca los sentidos del ser humano y lo dispone a ser escuchado en la lectura. Solo nosotros tenemos las claves, el poeta es una pauta, como en un pentagrama, mueve el compás, los gestos hacia el objetivo final. Esa es su responsabilidad, pero el lector es libre de interpretar su música y sus letras. El autor convoca a la ética, a la filosofía, puesto que la emoción genera respuestas y preguntas; crítica, valor, atención y conocimiento.
no divagar
prohibido divagar
regresar al principio
regresar a la imagen
sugerir cada cambio
volver a la neurona
ser neurona
pensar cada algoritmo
sin perder la paciencia
e intentarlo
y reintentarlo sin desfallecer
Procuraré sintetizar la idea principal de este poemario a partir de sus líneas de desarrollo o bloques. Bloques muy significativos y que muestran un viaje a través del verbo y la ruptura con el mundo interior, intimo para convertirlo en una reivindicación de la propia palabra (metapoesía); poesía que se tiene a sí misma por objeto, preguntándose en qué medida podemos dar cuenta de nosotros mismos al escribirnos, y hasta dónde puede el lenguaje reflejar y transmitir el pensamiento emocional.
Escarcha se estructura de esta manera:
linde del hielo
nadie profane el paraíso
concilio de las sombras
baile de estocadas
ámbito de la impostura
sospecha
En el primer bloque- linde del hielo-la poesía no se revela, atiende a las dudas, a la búsqueda incansable para expresar las emociones: La duda, la locura, el desasosiego está arraigado en el poeta. Hay una sed enorme, y un afán de iluminación. El bloque de hielo está siendo punzando para extraer la savia. Hay un goteo: pesadumbre, incomodidad. La búsqueda en el sustrato del propio poema.
no sé cómo empezar aunque prometo
hallar algún principio
una partícula
un corolario de nada o de todo
un algo
alguna cosa
un verso una pregunta una mentira
encontrar un preludio interesante
para después seguir con lo vulgar
(otra intención sería pretenciosa)
Hay una enorme riqueza en las metáforas. Las imágenes se suceden intentando desmadejar cada sensación y los sentimientos del poeta:
moliendo con las manos hojas secas/echando al vuelo su intrigante polvo.
hubo momentos
en los que habría deseado
ser un diente de sierra
Luego desarrolla:
pero de todas formas
siempre faltaban semejantes
para cortar aquel dolor
Hay una referencia a Platón en el poema en la caverna (Mito de la Caverna). El ser humano se ha convertido en un animal de costumbres, aceptando por completo la rutina diaria y temiendo cualquier variación de sus creencias y/o hábitos. No cuestionamos nada; aceptamos la realidad, la verdad dada de antemano. No hay posicionamiento frente a las emociones, el mundo, la verdad/la mentira. No hay crítica.
Todo gira en torno a un universo gris, húmedo de hielo. Esto conduce a un automatismo, una alienación que poco a poco va destruyendo la coraza que el propio autor genera en sus palabras:
en el silencio nadie
rechista ante el gruñido (ruge el labio)
nadie
rechista ante la sed o la culminación.
En el segundo bloque- nadie profane el paraíso–
Nos da miedo salir, nos da miedo mirarnos al espejo. Nos da miedo el fracaso. Nos da miedo equivocarnos. Creemos que el tiempo es algo estático, late conforme pasa el calendario. Todo es rutinario, todo es cíclico Y el poeta vive este calvario intentando romper el muro que separa la insatisfacción con la libertad.
Es también el momento que mira al lector pidiendo que sea él su instrumento: la luz, la salida del túnel, la revelación.
El ascenso a la plenitud está preparado. La rebeldía absoluta ha sido trazada y el camino está listo para bordearlo.
escúchate en el ser distinto
en la otra carne
donde codicias bóvedas oráculos
donde ante vuelo nace la derrota
y a pesar de esa isla estás en pie
a esa soledad en la que pone
“ no se permite el paso “
ahí
acude ahí
al hemisferio
desconocido
(descanso)
Hay en el lenguaje una inquietud, que asfixia.
qué fue del impostor ?
¿ quién era ?
¿ qué es lo que han dicho esos ?
¿ por qué es tan relevante la impostura ?
¿ acaso no es belleza ?
El tercer bloque- concilio de las sombras– El poeta hace una autocrítica. El lector participa de sus dudas y de sus inquietudes.
a veces tengo ganas de olvidarme
a veces solo se me ocurre huir
El poeta está sujeto a su ego, a veces a su falta de honestidad; al falso ruido de las palmaditas o los premios. A considerarnos dueños del lenguaje. Y creo que el poema La chica luciérnaga (escrito a fuego lento), asume perfectamente este hecho de forma simbólica:
un infeliz que gasta su saliva
sin secretar ni movimiento
un infeliz rotundo y onanista
retomo algún poema del pasado
e indefectiblemente
todos tienen la forma del (paréntesis)
los mismos ritmos métricos
idénticas preocupaciones
la sed que no termina
pero hay algo que sí
ha podido cambiar en este tiempo
yo ya no soy aquel perenne gilipollas
y escribo asido a otra soledad
Cuarto bloque- baile de estocadas:
Atención al poema antes fue la poesía:
y alrededor del hombre
asido a su tornado
doblando las esquinas
flamante encrucijada
mirando de reojo
nos espera el poema
Este bloque denota una dulzura y musicalidad magnífica. Es como si Dante accediera al Paraíso y contempla el éxtasis. El poeta se ha derramado y desnuda la emoción y su alma. Es un cántico espiritual (referencias a San Juan de la Cruz-otra vez la contemplación, el vacío interior; la fe, atravesamos noches oscuras; bailamos con las sombras, con nuestros demonios-es una pasada este bloque). La nostalgia, el deseo espiritual encarnado en el cuerpo, el lamento y la plenitud.
sobrevuelan cuchillos se mezclan con la lluvia aparece la luz
más oscura a la luz más tediosa a la luz más hermosa a la luz
más bello que el vacío no es la sombra ni mirar con la luz que te otorgaron
más bello que el vacío está el amor
requiebro de la luz y delicioso
sereno y delicioso…………..la carne………….descarnada…………..
Quinto bloque:- ámbito de la impostura– Con poemas como: descifra, apariencia, Borges, lucidez, detalle, alien, vintage y cimiento.
El poeta nos invita a quitarnos el artificio. Elevarse a la autenticidad. Dejar de ser un vegetal. Cada poema es un peldaño que va subiendo piso por piso para dejar de ser un producto efímero; la apariencia o el disfraz. También es una llamada a la responsabilidad poética. Ya decía al principio que este poemario convoca a la ética; todo gira en torno a la declaración moral de la emoción, de la expresión, como vehículo para articular la virtud final y el conocimiento. Es una denuncia a la estafa, la falsedad, a la simulación, a la comedia, a la falsificación , a la superchería, a la calumnia, a la imputación, a la difamación y la murmuración.
es la sonoridad / no lo que estáis contando
lo que en verdad valoro / sonoridad de beso
de carne de libélula / sonoridad de status
de flujo compromiso / del vate con el ritmo
Sexto bloque- sospecha- Con una clara alusión a un ambiente del universo de Hitchcock. Luis Miguel nos lanza a un viaje hasta la duda que habita en el interior humano. Sus propias dudas genera la duda en el lector gracias a ese diálogo que entre mezcla con los personajes de la película “Sospecha”. Al igual que el mago del suspense hiciera con este film, (dejar en el espectador entrar en el macabro juego de que todo parece real y que los indicios conducen a la sentencia de todos los personajes), el autor cede la responsabilidad del juicio al lector/espectador.
Todo parece tan evidente, todo es sutil y tan manipulable que somos objeto de nuestra ceguera y de nuestras injusticias; somos demasiado permeables. La escarcha se queda húmeda en nuestro cuerpo, nos moja, nos duel, nos mancilla y evidencia cada uno de nuestros errores y prejuicios.
La poesía es un elemento permeable, sujeto a nuestras acciones, a nuestras emociones, de ella se deriva cada acción, consecuencia, fatalidad…Está sujeta al mundo y como tal necesita ser libre y autónoma.
El mundo necesita de la poesía, sin máscaras, sin aditivos, sin sospechas, alejada de los cantos de sirena, alejada de los brillos innecesarios.
El poeta necesita ser honesto, necesita cuidar la palabra.
¿Y la responsabilidad del lector? El conocimiento y la asimilación. También identificarse dentro del libro; hacerlo propio y conducirlo al pensamiento crítico con lo que le rodea y también a enfrentarse a sus temores, a sus demonios.
No tengas miedo de lo que encuentres, si no de no demostrar lo que eres capaz.
Sirva estos versos de D. Vicente Aleixandre a quien agradezco que el autor presente en ese diálogo final, porque me parece muy acorde con las enseñanzas que ha ido mostrando las páginas de este libro.
“Saber es alentar con los ojos abiertos. ¿Dudar? Quien duda existe. Sólo morir es ciencia”.
V Aleixandre
Exprime sus poemas y obtendrás
escarcha.
Tomad el camino a la salida de este hermoso y profundo laberinto.
Isabel Rezmo
De SIN RAZÓN PREVIA de FAUSTINO LOBATO
De EL EJE DE LA LUZ/O EIXE DA LUZ
Faustino Lobato escribe:
Abismos del Suroeste vuelve a regalarnos un nuevo libro EL EJE DE LA LUZ[1] [ O EIXO DA LUZ] de Jose Iniesta. Una edición bilingüe, magníficamente traducida y prologada por el poeta Manuel Neto Dos Santos. La obra de Iniesta se editó por primera vez en el año 2018 por la editorial Renacimiento (Sevilla).
- Ante el autor
Hablar de José Iniesta es, antes que nada, descubrirse frente al poeta y el hombre cercano, que sabe manejar el oficio del verso. En él se compendian la humanidad en la poesía y la poesía de lo humano. Este, habla y escribe desde la verdad más existencial y profunda.
No es fácil describir el universo Iniesta, pero no por complejo sino por profundo. Para mí es dificil por dos razones: una, por mi amistad con él porque el afecto me lleva a la emoción y al silencio; dos, por su inmensidad, como arriba indico. Por todo ello, intentaré reseñar esta obra dejando a un lado el aspecto subjetivo, aunque será difícil, y atenerme a la realidad objetiva de lo que en ella aparece.
Antes de empezar no quiero obviar mi encuentro con Iniesta. La primera vez que oí hablar de él fue en la entrega de los XXVII premios Ciudad de Badajoz donde obtuvo el premio por su obra Bajo el sol de mis días, dedicado a sus padres. Desde entonces, leer sus versos ha sido conectar con alguien que iba más allá de un solo escribir poéticamente de la realidad porque su lirismo se funde en la existencia del alma. Es por esto -y entre otras cuestiones- que Pepe Iniesta ha llegado a ser para muchos y para mí un poeta de referencia. La última vez que vi a nuestro autor, después de unos años saboreando su obra, fue en una presentación -de feliz recuerdo- en Valencia. En esta ocasión me acogió en su casa, y comprobé de primera mano la visión que- de una manera literaria – me dió con su obra El eje de la luz. [O eixo da luz], ahora releída en el espacio de Abismos del Suroeste.
Pepe, como le llamo, es el hombre sencillo y extraordinario a la vez; cercano y profundo; de sonrisa constante, de hablar con tonos mediterráneos, que a los de tierra adentro nos gusta tanto. Es difícil no conectar con un ser tan humano como él.
- Ante la obra traducida.
La obra que Abismos del Suroeste nos regala, El eje de la luz. [O eixo da luz] , ha sido traducida por Manuel Neto Dos Santos, un magnífico poeta y ensayista
portugués. La sensibilidad portuguesa de Neto Dos Santos, cercana al
mar, ha entendido muy bien el pulso poético de este valenciano, afincado
en Oliva. Neto Dos Santos ha llegando al núcleo de
la obra, a este
templo de la naturaleza vivida y contemplada por Iniesta. Nuestro
traductor ha sabido recoger los cuarenta y tres poemas del libro dándole
voz en la lengua de Camões [na lingua de Camões]. Lo ha hecho
tan escrupulosamente que el ritmo de los versos endecasílabos de Iniesta
no han perdido musicalidad. En la lengua lusa el libro de Jose Iniesta
ha tomado esa textura de lo infinito propia de la esencia de la palabra
que se sitúa más allá de las fronteras [ alén das fronteiras].
- Ante el contenido del poemario
José Iniesta nos enfrenta ante el ciclo de las estaciones[2] donde la flora[3] y la fauna[4] nos señalan la verdad que nos rodea. Y es desde la verdad contemplada como Jose Iniesta va hilvanando los versos endecasílabos con ritmos y secuencias que conforman una armonía casi perfecta. Pepe se nos muestra, como un San Juan de la Cruz, contemplando el fondo de la realidad; o mostrándonos, como el Cantar de los Cantares, la vida y el amor que se contiene en ella. Iniesta dice que “el mundo es posesión si eres el mundo/ si olvidas las urgencias y respiras/ en el aire el perfume de las horas”[5]. Esto es lo que nos presenta en El eje de la luz un olvido de las urgencias y un saborear cada instante.
En la obra llama la atención varias cosas: La primera, ya indicada, cómo el poeta observa la vida en el contexto del ciclo de las estaciones, con las texturas mediterráneas que le rodean sabiendo que “la luz es cambio” [ Porque a luz é mudança] [6]; la segunda, y en esta finalizo, la temporalidad, el paso de las horas de la mañana a la noche o al revés, en la que la noche, toma un especial relieve.
Por cuestión de espacio me detengo solo en la noche. Aquí, el yo poético comienza a señalar la vida. Sí, en la noche, con todo lo que esta representa[7]. La noche que “está callada /y nos escucha” [A noite está silenciosa/e escuta-nos][8]. Para el poeta, y estos son sus primeros versos en el libro, “Hay algo de la noche en las palabras/ que escribo sin presura en el papel / y una dicha serena que se expande sin deseos me obliga a sus dictados. [Há algo da noite nas palabras/ que escrevo sem pressa no papel, /e uma felicidade serena que se expande]”[9].
En esta obra la referencia a la noche se desarrolla en dieciséis poemas. Cada uno de ellos merecen una atención especial, porque revelan estados de ánimo y emociones con las que fácilmente el lector se identificará.
La noche es la realidad ideal donde el tú emerge en un dialogo intimo: “¿Acaso no está en ti la noche toda…y todo más se funde dentro y fuera/ en la sola materia de tu asombro… [ Por acaso não está em ti a noite toda, … e tudo o resto se dissolve dentro e fora/ na única matéria do teu espanto”[10]. Sí, son las noches de vigilia a donde las formas regresan y es el amor el que triunfa[11], en un amanecer permanente; el amor, como “brasa” que no se difumina en la oscuridad[12]; o como llama que “alumbra las selvas de la noche”[13].
La noche nos lleva, dice nuestro poeta, a “contemplar …/ las selvas transparentes de la nada, / las brasas esparcidas de los astros / mostrándonos la vía/ hacia lo incierto [contemplar …/ as selvas transparentes do nada,/ as brasas dos astros espalhadas/ mostrando-nos o camino/ rumo ao incerto.]”[14]
Sí, es la noche, el momento propicio para traer la belleza[15] a los seres queridos ( sus hijos) o recordar dos besos, el del padre y el del poeta ante el padre[16]. Maravillosos versos[17] donde la ternura toma un protagonismo mayúsculo. Es el final redondo de este libro donde padre e hijo [ Pai e filho ][18] se toman de la mano siguiendo la huella de otra mano y otras noches y se hace la entrega del “el oro que me dieron, dice el poeta, la luz de las palabras. [o ouro que me deram, /a luz das palavras.]”[19]
Termino mi comentario señalando que todo lo dicho en él no tiene más pretensión que la de ayudar al lector. Aunque recomiendo que no tiene por qué hacer caso de esta reseña y vaya directo a la lectura del poemario. (Abajo dejo el enlace).
No quiero poner punto y final a estas páginas sin dejar de agradecer a José Iniesta su generosidad al regalarnos su obra y por permitirnos entrar en la verdad de su poesía, dejándonos cuestionar por la realidad de la luz[20]. Esta perspectiva ética de su lírica nos hace crecer y nos devuelve la confianza en el ser humano. Reconocer también, cómo no, el trabajo minucioso de Manuel Neto Dos Santos al traducir la obra. Con este extraordinario trabajo de traducción Manuel lleva la música versal de Iniesta al sentir portugués sin mermar en nada su calidad. No todas las traducciones de libros poéticos son fieles a sus originales, todo lo contrario de lo que ocurre con este libro, El eje de la luz / O eixo da luz.
Gracias Abismo del Suroeste por mantener este proyecto por encima de opiniones adversas. Gracias.
Ver el enlace para bajar el libro:
[1] El título está tomado de un verso del poema Ser lo profundo de esta obra, pág. 39
[2] A lo largo del poemario aparecen las estaciones del año, comenzando por el invierno con el triunfo de la flor [ O triunfo da flor], pág. 27/28; o en los huertos oscuros entre naranjos [ estes escuros pomares entre laranjeiras ] pág. 47/48;. Ver también páginas 91/92; 97/98; 113/114;
[3] Un álamo en el frio (otoño) [Um álamo no frio
(Outono)] o el almendro [ amendoeiras] , pág 27/28- 29/30; un granado
[Uma romãzeira] pág. 35/36- 45/46- 101/102- ; un naranjo [ uma
laranjeira] págs 47/48
[4] Viendo el hambre de los mirlos [ à fome dos melros] pág. 47/48 : o escuchando el canto del jilguero en el patio [o trinado do pintassilgo no pátio] págs. 83/84
[5] José Iniesta, Y tu vida de golpe, Editorial Renacimiento, 2013, pág. 17
[6] Ídem pág. 85/86
[7]
Es la realidad de lo místico, donde el yo se encuentra consigo mismo,
en la oscuridad del silencio y no del abandono, aunque lo parezca.
[8] El eje de la luz (EdlL/ OedL), pág. 23/24
[9] Ídem pág. 23/24
[10] EdlL[ OedL] pág. 43/44
[11] Ídem pág. 59 /60: “En
esta alcoba en vela de la noche/ el mundo ya amanece por nosotros
[Neste quarto velando pela noite/ o mundo já amanhece por nós ]. Porque “no hay nada más adentro que tu vida / después de tanto amor y tantas noches [ Não há nada mais por dentro do que a tua vida depois de tanto amor, e de tantas noites.]”
[12] EdlL / [OedL] pág. 63
[13] Ídem pag. 69
[14] El eje de la luz [ O eixo da luz] pág. 119/120
[15] Ídem pág. 99
[16] Ídem pág. 107
[17] Los adioses [ As despedidas] (pág. 99/100) ; Dos besos y el tiempo [Dois beijos e o tempo] págs 107-108.
[18] EdlL [ OedL] págs 123/124
[19] Ídem
[20] El eje de la luz [ O eixo da luz]: ¿el
arcano que desvela aquella luz antigua…? [O mistério me revela essa
luz de então……? Pág. 9/10; ¿Qué nos quiere decir esta alabanza humilde
de luz cierta…? [ O que nos quer dizer este humilde elogio de luz certa]
pág. 19/21; Respiramos el aire, somos luz… [Respiramos o ar, somos
luz…]pág. 20/22
DE CASSANDRA
"Se incendia la noche, como un mensajero que viniese a despertar las luces adormecidas en la penumbra. Así la poesía; lugar de exilio, patria de todos los vaticinios celebrados, antes de la oscuridad. Se incendia la montaña de todos los oráculos se quema; la tumba rasa, un fuego fatuo que no quiero pero que me deslumbra... Soy la aurora boreal derramada en el suelo".
Fragmento del poema Nº 25 del "Libro de Casandra o mi mirada de los girasoles", (Edición bilingüe), Abismos de las Suroeste Ediciones, 2020. Es un libro de Manuel Neto Dos Santos en el que la poesía se eleva, no caminando, como muchos lo hacen, hoy, en las deformaciones de falsas novedades. Manuel nos ofrece una poética escribiéndose como un mundo nuevo que surge de la tierra y de un espíritu ungido, para dibujar en las palabras la vida humana."
FROST (ESCARCHA): De este libro han escrito:
“Hay voces necesarias, y la de Luis Miguel Sanmartín es una de ellas. Una voz que explora, cuyos versos abren ventanas y son capaces de sumergirnos en universos desconocidos, a veces inquietantes… Una voz única, sincera y atrevida que jamás nos deja indiferentes”.
ROSA MARÍA MARCILLAS
“He encontrado hallazgos sorprendentes, pensamientos que desbordan, en palabras que, curiosamente, es como si renovaran el lenguaje… Es una gozada conectar con un autor tan consciente de su oficio, que conoce tan bien sus herramientas y que las utiliza con tanta sutileza”. JORGE PÉREZ CEBRIÁN
“…su poesía es limpia, arriesgada, difícil de definir y complicada de reducir, donde lo sorpresivo, el asombro, el suspense, son parte esencial… no sé si Sanmartín busca o encuentra. Intuyo que las dos cosas. No hay duda de que esta Escarcha arde”. CRISTINA SARRIÓ
“…un universo poético sui generis, una especial manera de poner la mirada y, por si no bastara, le acompaña una increíble fuerza y sagacidad de lenguaje, capaz de traducir ese mundo tan particular, sin abalorios o desmesuras”. ÁNGELA DE MELA
“FROST es ese libro de lo auténtico que todos queremos escribir, es la obra de un poeta donde el fingimiento deja de existir, donde sujeto y objeto literario se confunden dando paso a un mensaje directo en el que importa acariciar (involuntariamente) la desnudez en su lumbre”.
FAUSTINO LOBATO
LA VERDADERA PATRIA
Es un título que hace referencia a la célebre frase de Rainer Maria Rilke. Escritoras y escritores que vivieron su infancia y adolescencia bajo la dictadura de Franco relatan desde ojos de aquella época historias que pudieron haber ocurrido o que ocurrieron de verdad, desde un estilo literario propio. Un caleidoscopio de puntos de vista, de estilos y de sensibilidades.
MIGUEL VEYRAT SOBRE ABISMOS DEL SUROESTE
APARIENCIA Y ENGAÑOS
Sobre el libro, amplia reseña del escritor FAUSTINO LOBATO:
"El título APPARENCES TROMPEUSES, nos remite a
Platón a esa forma de entender lo sensible, lo aparente, donde los seres
humanos nos sentimos atrapados y de donde hay que salir para llegar a
la realidad ideal. Una dialéctica maravillosa que nos conduce a la
búsqueda de lo mejor, al Bien con mayúsculas. Christine nos introduce de
forma suave en una reflexión que, al igual que la platónica, nos hace
cuestionarnos. Nuestra poeta, a lo largo del poemario, se cuestiona y
hace que el lector se pregunte al mismo tiempo por lo que realmente
merece la pena alejándose del engaño de lo aparente. La bondad de las
cosas, no están en el mundo de lo ideal sino en el compromiso firme con
nosotros mismos
LA QUIETUD, un libro de ÁNGEL FERNÁNDEZ BENÉITEZ
Un episodio autobiográfico en estado puro. Un escritor, un poeta que describe su enfermedad. Sin florituras, sin literaturas, literatura despojada de ropajes. Continuos flashbacks, las confesiones de un gran hombre, reducido exteriormente a ser "un hombre bajito que ya no puede podar los árboles".
El escritor FAUSTINO LOBATO escribe sobre el libro:
"-El título, Quietud, expresa -de manera contundente- la realidad de nuestro autor, su pulso ante la vida más allá de un contexto cronológico. Angel, enfrenta su presente de forma kairológica. Como bien dice su prologuista, el hombre aprende a leer su “destino” ligado a los ciclos de la vida, al kairós antes que al kronos. Así es, el título de la obra nos pone ante la soledad interior del escritor que no hace ficción sino que cuenta, desnudándose, su experiencia más angustiosa, la de tener que encarar lo extraño, la incertidumbre de no saber qué ocurrirá en cada minuto"
El poeta JOSÉ INIESTA describe su vivencia del libro:
He paseado por La quietud, a paso lento, al lado del poeta y amigo Ángel Fernández Beneítez, como si solo a mí me contara lo que su libro cuenta, como si acaso fuera una confesión para mí y para el aire. Escribir la verdad y el dolor, las intimidades del dolor, siempre es valentía, y solo se puede hacer desde la libertad de espíritu, por necesidad también, desde un lugar llamado aceptación y rebeldía. Este libro es un diario sobre un poeta gravemente enfermo y su resurrección, la crónica de un alma golpeada por el dolor (físico y metafísico) y a un tiempo asombrada por la belleza de lo que se muestra, de lo que arrasa. Travesía, sin duda, por islas y desiertos hasta una mirada mejor, menos inocente, constatación quizás de una nueva vida que se columpia entre el sufrimiento y la belleza, los vaivenes del amor. Desnudez en estado puro, y un canto que aúna el grito y el susurro. Oficio de resistencia, de comprensión, elogio esta escritura por necesidad, este aliento rítmico que salva y justifica, que es capaz de poner orden al caos que se cierne sobre una vida y sus muertes, de dar sentido a la destrucción que se cierne sobre nosotros en medio del esplendor de una naturaleza que se repite con sus ciclos, que germina y florece siempre, los árboles que plantamos y que crecen en el jardín con qué fuerza hacia sus cielos. Sin duda la quietud de este hombre se mueve y nos conmueve, y escala a su más alto decir. Sin duda la quietud aúpa al pensamiento y anima al corazón, justifica por amor a la palabra los desórdenes de la vida, nos encala en algo más hondo y más hermoso en medio de la desolación, frente a los paisajes desiertos de la fatalidad. Pesar y gratitud en unos ojos que nos ven. Palabra desnuda y firme ante el desvalimiento de la enfermedad, pero palabra capaz de hacer volar a un hombre anclado a una silla de ruedas, palabra que edifica una manera distinta de mirar el mundo, de mirar mucho más dentro y más lejano, capaz de hacer que un hombre ame con mayor intensidad al mundo y a los seres que lo rodean. Palabra en la polvareda de los días construyendo sus rosas, materializando la belleza áspera del existir. Gracias, poeta.
LAS MANOS DEL AMOR/LES MAINS DE L´AMOUR
Une réféxion profonde sur l´amour et sur l´impossibilité de l´amour entre deux personnes qui s´aiment. Une histoire raconté magistralement par HICHAM BENCHRIF.
Mensaje de bienvenida
SUROESTE, PANDEMIA, TRES TIPOS EXTRAÑOS Y LITERATURA
Suroeste es una palabra ambigua. Como casi cualquier punto cardinal, mencionarlo sin referencias concretas resulta tan inexacto que no significa apenas nada. Para un habitante de la ciudad de Sagres, por ejemplo, la situación de Extremadura, lugar donde surge el proyecto “Abismos del Suroeste” responderá que está al noreste. Y tendrá razón.
El “arresto domiciliario” originado por la epidemia, ha despertado en tres jóvenes entrados en años antiguas pasiones por la literatura y el arte. Somos conscientes de que el tiempo apremia, si esta situación no nos lo detiene, y nos ha llevado a exhibir nuestra propia desnudez y compartirla sin reparo ni vergüenza.
En el Suroeste habitan y del Suroeste se sienten escritores excelentes que merecen ser leídos. Ese es el objetivo de esta confluencia sin ánimo de lucro llamada Abismos (los precipicios siempre nos parecen abismales). Contamos con el apoyo de poetas y escritores reconocidos que se sumarán a las publicaciones, son amigos del vértigo , como todos quienes se han embarcado en la aventura.
Compartiremos la herramienta con quien tenga algo artístico que decir en ABISMOS DEL SUROESTE, editorial ficticia, virtual y casquivana.
Nota bene: La juventud, que mucha gente considera ligada a la edad, tiene que ver, más que nada, con las ganas de dar la lata.
Álvaro Federico Malpunto